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sábado, 18 de junio de 2011

El Tiempo

Hace unos días de escribí algunas líneas en este blog y al quererlas publicar simplemente desaparecieron. Entre un poco de coraje y algo de resignación pensé: Probablemente no valía la pena (aunque creo que si). En fín, hablaba un poco de lo que es el tiempo, de como cada día, semana, mes y año pasan tan rápido. Apenas hace unos ayeres era un jovencillo queriéndome comer al mundo, y como pasando el tiempo voy revisando cada una de las cosas que he vivido y me doy cuenta de que, aún cuando en gran parte somos arquitectos de nuestro propio destino, también nuestras vidas se rigen por muchas circunstancias externas. Mencioné que al iniciar este blog, pensaba en llenarlo con pensamientos y palabras, pero ahora me doy cuenta de que no tengo el tiempo suficiente y lo más probable, tampoco la capacidad creativa de hacerlo. Pero bueno, aquí va otro pequeño grano de arena.

He leido algunas frases y pensamientos tanto de personajes anónimos como otros conocidos que cuando llegan a la vejez, dan su punto de vista de lo que hicieron y dejaron de hacer durante las diferentes etapas de la vida. Lo interesante de esto es que si comparamos todas y cada una de las mismas,  podríamos decir que todos llegan a la misma conclusión. Y dentro de todo este análisis "concienzudo" también noto que gran parte de esos pensamientos se refieren a lo que hubieran querido hacer y no hicieron, que si volvieran a tener la oportunidad harían. ¿Cómo lograr darnos por enterados de que es esta etapa en que vivimos donde estamos disfrutando plenamente de la misma?

Me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo cuando veo a mis pequeños hijos crecer tan rápido. Siento alegría, pero un poco de nostalgia de saber que cada día serán mas independientes, que cada día me costará un poco mas de trabajo cargarlos cuando se cansen y que seremos nosotros quienes nos cansaremos más pronto que ellos en un futuro no muy lejano. Aunque como padres, sabemos que mientras vivamos, seguiremos cargando a nuestros hijos, tal vez no fisicamente, sino espiritual, anímica y si se puede y se requiere también económicamente. Me doy cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, cuando veo a mis padres envejecer, cuando ya les cuesta un poco mas de trabajo el moverse, el hacer cosas que antes eran tan cotidianas, en su físico. Y aunque quiero pensar que es la ley de la vida, también me doy cuenta de que la vejez esta a la vuelta de la esquina y donde menos uno se lo imagina (según frases de Alberto Cortés).   Ahora empiezo a darme cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, cuando me veo en el espejo y aparecen algunas canas, y una que otra arruguilla por ahí. Lo tomo con filosofía, y espero con asombro por la rapidez que suceden las cosas, que en algunos meses vuelvan los brindis, abrazos y buenos deseos. Un abrazo a todo aquel o aquella que se tomó el tiempo de llegar hasta este renglón.  

2 comentarios:

  1. Don Manuel, cuanta razón lleva, hablando desde el conocimiento y desde que nacieron mis hijos la vida nos pasa cual destellos de luz por delante de nuestro ser.
    Un día nos acostamos con un bebe en la cuna y cuando nos despertamos ese bebe nos está ayudando a levantarnos del sillón. Pero así está establecido el tema, algún cabron quiso que fuera así, y es por eso por lo que tenemos que disfrutar de todo, día a día. Un saludo y un placer como siempre leerle.

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  2. Que bonito Manuel, espero poder seguir leyendo tus palabras!

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